viernes, 11 de mayo de 2012

La Edad de Mierda

Ante los hechos que vivimos alguna vez he oído la expresión 'parece que volvemos a la edad de piedra' en el sentido de atraso, de ir hacia atrás, de empeorar. Pero yo creo que deberíamos hablar de la Edad de Mierda. Porque nunca se ha generado tanta mierda, ni se ha desperdiciado tanta energía y materia. Nunca hemos tenido unos líderes tan imbéciles y estúpidos, y con tanta mala fe. 

En la edad de piedra cada uno hacia sus tallas, sus manufacturas, no había bancos, ni dinero, ni toda esta basura conceptual que permite a los ladrones robar a una velocidad tan vertiginosa. Nunca ha habido una gente tan vacía y necia gobernando el mundo. Porque aunque la propaganda de la Edad de Mierda nos venda la riqueza como el paradigma de la felicidad, en realidad es el paradigma de la imbecilidad. Gente que ha vaciado literalmente su vida para pertenecer a una trama de poder absurda, que cada día pide más y más sin límites, y que destruye un día si y otro también cientos de vidas sin objetivo. 

No conocemos al detalle la vida de nuestros líderes pero tan sólo viendo la propaganda que ellos mismos hacen de su clímax ideológico podemos percatarnos de que es una basura, por supuesto significa un mundo sin amor en el que puedes atiborrarte hasta el vómito de lo material, pero en el que no hay nada más que eso: riqueza material. 

Lo sabemos los humildes con dos dedos de frente; uno se cansa tarde o temprano de cualquier lujo y al cabo de poco quiere más, es un vacío mental infinito que por supuesto los asnos no viven, sólo lo viven los idiotas que están en el poder y los que se pasan la vida luchando por conquistarlo. Antes de morir intentan alimentarse de su pútrida pseudohistoria para intentar automitificarse y autojustificarse pero saben que en realidad sus vidas en el tiempo no se recordaran nunca más, y a lo sumo sólo se recordará que hubo una humanidad en un tiempo que lo desperdició todo y que fue liderada por memos miserables.

sábado, 10 de diciembre de 2011

El 'grave problema' de la inmigración



La immigración tiene diferentes descripciones técnicas que desearía exponer de forma directa y sencilla:

  • Por lo menos durante 20 años muchos empresarios catalanes y/o españoles (normalmente ambas cosas indistintamente, yo nunca he encontrado la diferencia) promocionaron el flujo de trabajadores procedentes del extranjero con el objetivo de reventar el mercado laboral, abaratar la mano de obra, practicar el fraude masivo contra la Seguridad Social y la Hacienda Pública, y debilitar a la clase trabajadora. Si intentaramos valorar el volúmen del fraude nos horrorizaríamos. Tentativamente usamos los datos del censo de inmigrantes del Instituto Nacional de Estadística, y lo hacemos de forma moderada, calculando que tan solo un 30% haya trabajado sin contratos alcanzaríamos una cifra aproximada de unos 100 mil millones de euros robados a la hacienda pública y a la seguridad social por empresarios del estado español (estimación sobre una cifra de 600 € brutos perdidos por mes por trabajador, considerando que sus jornadas siempre sumaban mucho más de 40 horas semanales ). Cualquiera que durante el año 2000 haya trabajado en la hostelería o la construcción pudo comprobar con sus propios ojos que casi la totalidad de los inmigrantes y una parte de los trabajadores españoles trabajaban en negro. Era algo generalizado, y además los empresarios cobraban por los servicios que prestaban o por las obras que realizaban a precio de mercado, lo cual significa que tenían un margen de beneficio espectacular obtenido a costa de la hacienda pública. 
     
  • Los gobiernos de PSOE, PP, CiU y tripartito, con leves diferencias, permitieron de manera escandalosa este flujo de mano de obra ilegal practicando de facto la liberalización del mercado del trabajo, aceptando el fraude masivo y hipotecando la hacienda pública. Los sindicatos colaboraron por omisión en esta práctica destructiva. En aquellos tiempos para encontrar media docena de trabajadores ilegales y castigar al empresario de turno sólo había que buscar contenedores de escombros o entrar en un restaurante o bar de copas. No era nada difícil. Era más fácil que encontrar un camello vendiendo droga en la calle o en un bar (¡Que ya es decir!).

  • Mientras, por intereses de otros empresarios del sector productivo, se permitía la entrada brutal de importaciones de países como China que nos invadían de basura barata y destruían el poco tejido de algunos sectores reventando los precios. La codicia y pereza de estos empresarios no sólo permitía la invasión del Todo a 100 chino si no la penetración en sectores propios, como por ejemplo el textil, de mercancías y utillaje extranjero, de baja calidad y a precios irracionales que sólo eran posibles mediante la práctica de una esclavitud despiadada sobre los trabajadores chinos. Hay que aclararlo, los principales responsables han sido y son gente española o catalana. Si tú sacas las puertas de su casa y regalas todo lo que tienes dentro no te quejes de que venga gente a vaciarla. Es como si yo vendiera todos los bienes de mi familia al 20% del precio a cambio de quedarme con un 10% de comisión de la venta, y luego pusiera tierra por medio y dejara a la pareja y a los hijos tirados con una mano delante y otra detrás (llamémosle deslocalización y paraísos fiscales). Claro yo lo veo desde un punto de vista patriótico, pero no desde este punto de vista patriótico de los que se pasan el día bendiciendo la bandera o la 'senyera' y al mismo tiempo vendiendo por cuatro reales al país entero, si no del que cree que la patria en esencia somos el pueblo y no una serie de instituciones, tradiciones recientes y símbolos.
  • Otro concepto mucho más importante a tener en cuenta es el de que inmigrar es una actitud normal, y criminalizar a los inmigrantes es una actitud anormal y asocial. Ahora, como nuestra memoria es como la de los pececitos (no recordamos de dónde venimos y en Cataluña no hay nadie que pueda demostrar linajes anteriores a la época moderna), tendremos tiempo de comprobarlo viendo como nuestra juventud, más formada que nunca, tiene que largarse al extranjero para buscarse la vida. Es decir, ver como se convierten en inmigrantes y sufren la misma estupidez que nosotros me practicado con los inmigrantes aquí.

  • Después, a modo de entretenimiento, un cálculo retrospectivo nada exigente en matemáticas (no es necesario ni usarlas) nos puede permitir pensar a muchos de mi generación que no tuvimos hijos porque no nos dio la gana, y no hicimos caso a los próceres patrióticos que nos querían asustar diciendo por ejemplo que 'cuando nos jubilásemos nos tendría que cuidar una señora negra' (esto lo decía Jordi Pujol y yo cuando oía eso pensaba 'si nos podemos jubilar ya será una suerte'), lo que estaría pasando ahora con nuestros hijos naturales de más: todos en el paro y sin futuro. A fin de cuentas quien más ha sufrido la crisis y la sufre son los inmigrantes, y nos han ahorrado tener la angustia de ver como unos cuantos cientos de miles más (tocando cifras millonarias) de jóvenes hijos nuestros se enfrentaban a un futuro tan negro.

  • Conclusión, quien se revuelca en la inmigración atacándola y imputándole responsabilidades en la crisis colabora con los verdaderos chorizos y delincuentes que, mal que nos pese, son de casa (españoles, catalanes, castellanos...): bancos, empresas grandes y medianas, políticos, autoridades diversas. ¿Todos? Siempre habrá alguna excepción claro, pero más bien pocas.

martes, 13 de septiembre de 2011

El estado comparsa


Si hay una cuestión cuya responsabilidad ha sido siempre del estado desde su configuración en los tiempos modernos ha sido la de garantizar la seguridad de su ciudadanía. Además, sus partidarios, y los del capitalismo, han sido siempre defensores a ultranza de la propiedad privada (en realidad ya hemos visto que de la suya). ¿Entonces como es posible que el dinero de los ciudadanos no esté protegido por el estado y deba ser salvaguardado por entidades bancarias privadas? Es cierto que determinados ultra-neoliberales cercanos a una ideología que podríamos aproximar a la acracia más descarnada y salvaje (no confundir con el anarquismo) serían partidarios de privatizarlo todo, incluso la seguridad, sin embargo defender este concepto es una imbecilidad porque nos remite al feudalismo quinientos años después y puestos a volver atrás sería preferible hacerlo al paleolítico, donde los desequilibrios entre ricos y pobres eran inexistentes. Por lo tanto si nos quedamos con el sentido común y con una idea humanizada de la sociedad la práctica de los estados democráticos occidentales vilipendia y escarnece a los ciudadanos porque los ahoga en impuestos sin garantizar su seguridad, ni su educación, ni su sanidad. Y al parecer la conclusión podría ser que si bien el estado no va a desaparecer, si lo va a hacer en lo que refiere a sus responsabilidades fundamentales de consenso ciudadano para convertirse en un comparsa del caos, de la estafa y del crimen sistemático.

domingo, 5 de septiembre de 2010

“Esto cualquier día tiene que reventar”

Desayunando en una cafetería-panadería de cadena oía decir esto a una de las empleadas que se quejaba de la situación laboral actual; “antes te ofrecían empleos alternativos pagándote mas y ahora tienes que rezar para que no te echen”, además la mujer focalizaba (que raro!) toda su ira en los inmigrantes y no paraba de decir que si los españoles no se que que si los españoles no se cuantos, añadiendo a su discurso fantástico el remate de “si, si es que esto tiene que reventar algún día”. Cada vez hay más gente con ese deseo inconsciente en la mente, aunque evidentemente es un deseo estúpido, porqué si “esto revienta” lo más probable es que quien reviente seamos los más humildes, es decir que cuando se proclama el amen nadie sabe ni de que está hablando. Personalmente creo que uno de los problemas más graves es que por un lado nos han malcriado veinte años de vacas gordas y ya no tenemos paciencia ni para aguantar un determinado tiempo de estrecheces. No digo que no haya gente que lo esté pasando mal, pero es que quien lo está pasando peor son precisamente los inmigrantes, por lo que no deja de resultar paradójico que quien manifieste de forma más iracunda su frustración sea alguien que tiene trabajo y que tendrá más posibilidades de tenerlo que un inmigrante.


Por otro lado otra connotación lamentable, que cada vez me abruma más, es la de la mezquindad y pocas ganas de mirar hacía los problemas de frente que tiene la gente en general; es decir que los culpables no son los empresarios que han contratado durante veinte años a mano de obra de forma ilegal defraudando a Hacienda, a la Seguridad Social y reventando el mercado salarial, no son las entidades financieras que especulan en todos los sectores posibles y se forran monopolizando el sector inmobiliario, no son las multinacionales que se dedican a destruir empleo de forma sistemática, no, nada de eso, los culpables, atención: ¡Son los inmigrantes!, o dicho de otro modo; ¡Somos nosotros! ¿Porque quien no es descendiente de inmigrante a estas alturas?


No se exactamente que podemos o deberíamos hacer, pero está claro que el frente está ahí, delante de nuestras napias. Hay que priorizar en la pedagogía hacía esta gente que con tanta facilidad proclama la persecución hacía el más débil y se niega a mirar de frente a los problemas, gente mezquina y peligrosa de la que desconocemos sus límites, a la que tal vez nunca lograremos convencer de nada pero a la cual quizá conseguiremos moderar en sus discursos demagógicos, simplones y cobardes. La política no sólo es de altos vuelos, sobretodo lo es a pie de calle, y aunque es cierto que el poder se lleva la palma en culpabilidades, no es menos cierto que bastante gente humilde ha vivido inmersa en una filosofía fundamentada durante años en lo facilón, en atar perros con longanizas, en arrinconar escrúpulos con tal de trepar en la pirámide del consumo, en acabar creyendo que eran clase media o algo parecido negándose a reconocer su lugar en la escala social y a prepararse para el inevitable y previsible aterrizaje forzoso a la realidad.

martes, 1 de junio de 2010

Israel o la tragedia del idiota-criminal en el poder


Tras el ataque terrorista realizado por la administración israelí contra la Flotilla de la Libertad en aguas internacionales, y el asesinato de al menos 10 civiles, ha quedado demostrada cual puede ser la tragedia que un país tiene que soportar si su población comete el acto irreflexivo e imprudente de elegir en las elecciones a una mezcla de idiotas-criminales para gestionar las cuestiones de su estado. Bush, Blair y Aznar nos demostraron hasta donde puede llegar esta mezcla y los españoles lo vivimos en carne propia. Israel ya hace tiempo que encumbra en sus administraciones a personajes lamentables. Resulta paradójico que un pais tan desarrollado tecnológicamente coloque en el poder a destripaterrones sanguinarios, como si la cultura judía no hubiera dado a la mejor intelectualidad del mundo. Es un fenómeno que pone en entredicho el proyecto de estado israelí porque reduce la grandeza del pensamiento judío a algo ridículo, a algo que ni Rufus T. Firefly, primer ministro de Libertonia hubiera imaginado en la Sopa de Ganso de Groucho, con un añadido trágico y horrible; el asesinato gratuito y cobarde. La lista de genios de origen judío es inacabable, ¿Qué maldición ha caído sobre Israel para que sea gobernada por carniceros-imbéciles? Sabemos que la construcción de Israel no fue más que una operación colonizadora occidental que crecía bajo la sombra del oportunismo propiciado por hechos espantosos, pero Hanna Arendt y otros brillantes pensadores judíos hablaban de una transcendencia, del no asimilarse hasta llegar al horizonte de una humanidad universal, de la posibilidad de ser judío en otro estado-nación. Aunque ella ya no entendía demasiado bien en que consistía la creación de un estado judío, yo no tengo la intención de arremeter contra el origen de Israel, pero me pregunto que fatalidad hace que sus gobernantes sean cada vez más estúpidos y estén más limitados debido a lo que parece una fuga hacia adelante imparable que impide cualquier reordenación en las planificaciones de las cuestiones más cruciales. Israel se conduce a si misma hacia una vía muerta cuando se limita en aspectos de gran estrategia (acuerdos de paz, bloqueo de Gaza, asentamientos ilegales, relaciones con sus vecinos, cuestión de los refugiados...) y en un escenario tan estrecho, en el que por lo visto no cabe ningún acto generoso, no puede ser gobernada más que por imbéciles peligrosos. En la política no todo puede ser cálculo mezquino, debe haber generosidad, de otro modo el pez se muerde la cola y las cosas no pueden hacer más que envilecerse y degenerar.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Hawking - Kurzweil; de sueños, de pesadillas


Los miembros de la especie humana siempre hemos encontrado asideros para justificar nuestra progresión imparable hacia la destrucción de la diversidad, hacia nuestra separación con el mundo, siempre hemos encontrado clavos ardiendo para justificar nuestra incapacidad para relacionarnos con el medio y para reorientar nuestra más que dificil proyección en el universo. Si alguien quiere descubrir una nueva teoría relacionada con este asunto puede visualizar este curioso video en el que Punset entrevista al científico amante de la ficción Kurzweil.

Sin embargo al tiempo que el imaginario humano reciente ha soñado con panaceas, movimientos continuos, piedras filosofales y otras soluciones definitivas, también ha imaginado la posibilidad contraria; el fin del mundo, cataclismos, juicios finales, invasiones extraterrestres... Esta es la faceta que defiende ahora Stephen Hawking.

Pero ante esta dicotomía Kurzweil-Hawking, en la cual al mismo tiempo uno propugna la expansión de la especie humana por el universo en base al avance exponencial en la gestión de la información y otros avances tecnológicos de vanguardia, y el otro plantea el peligro de que seamos invadidos y saqueados al viejo estilo de la colonización del continente americano, lo destacable es el asunto clave en común que para ambos parece ser un valor cósmico; la necesidad ineludible de expandirse, conquistar y saquear. Uno lo ve en pimera persona del plural y el otro en tercera persona del plural, pero ambos lo viven así.

Que los científicos de pro, amamantados por el poder, no pueden gestionar de forma sensata su contacto con el conocimiento, a mi no me cabe duda. El poder pivota sobre un sistema no inteligente, incapaz de planificar a largo plazo, incompetente en la gestión de recursos y es imposible que se haga con el servicio de auténticos sabios, porque los aliens ya estan aquí saqueando los recursos del planeta y son descendientes de los colonizadores de las diferentes Américas, y la gestión exponencial de la información no conducirá a nada humano si en lo humano no hay significado. Es mas que probable que haya otras formas de entender el mundo que no pasen obligatoriamente por el expolio, este es el gran reto que debería ocuparnos. Viajar a la velocidad de la luz para repetir lo que estamos haciendo en nuestro planeta es sencillamente quedarse en el mismo sitio, el verdadero viaje sería el de concebir una estrategia distinta que nos integre en el universo.

martes, 18 de mayo de 2010

El nuevo totalitarismo



Cuando cayó el muro de Berlín a finales de 1989 como es lógico hubo una mezcla de emociones y sensaciones. Yo mismo celebré el evento con una amiga alemana en la Plaza Real, aunque no pude evitar hacerle mención a las razones que habían dado pie a su construcción. Fui injusto, pero no me he dado cuenta hasta un tiempo más tarde, La Alemania nazi fue un producto en gran medida patrocinado por el capitalismo salvaje internacional, fue, como dice Zizek, "una reacción para evitar males mayores"; el comunismo por ejemplo. Hitler no fue un revolucionario, sino un cobarde que se alineó al lado del poder corrupto del capitalismo, pero era evidente que la caída del Muro y del régimen soviético significaba un paso adelante en la libertad y todos estuvimos contentos, yo también, pero otra duda que ahora toma una forma ominosa surgía al mismo tiempo. ¿Podría el mundo lidiar con un capitalismo sin contrapeso? Esta fue una reflexión generalizada, vox populi podríamos decir, y cuánta razón tenían aquellos no-pensadores, no filósofos, no intelectuales que veían venir lo que ahora sufrimos.

Al mismo tiempo muchos fueron los "pensadores" del establishment que aplaudieron sin condiciones todo aquella evolución histórica, la derrota del socialismo real por parte del capitalismo (siempre muy real, por cierto). Y quien más aprovechó esa victoria fueron las administraciones Reagan y Thatcher, de las que ahora recogemos los frutos podridos de sus prácticas neoliberales y terroristas. Los pensadores complacientes hicieron mención principal a los beneficios de la democracia, vinculada evidentemente al liberalismo, y fueron muchos los que levantaron la voz orgullosos contra los totalitarismos, y Popper y sus "sociedades abiertas" se pusieron de moda.

Hoy, veinte años después, todo toma una forma siniestra, que muchos ya preveían. Una sociedad en la que el trabajo es castigado de forma totalitaria en beneficio de la especulación, en la que el precio de la vivienda se establece de forma totalitaria por los especuladores, en la que se trafica con personas de forma totalitaria, en la que los delincuentes organizados en instituciones financieras provocan crisis, saquean el erario público y ejercen el chantaje contra los gobiernos elegidos de forma democrática (precariamente democrática pero democrática). El totalitarismo es no poder comer productos libres y sanos porque un reducido grupo de distribuidores se apoderan de los recursos alimentarios mundiales, se apoderan de la tierra y manipulan las semillas, el totalitarismo es estar obligado a consumir energía de forma excesiva y a un precio abusivo no pudiendo obtenerlo de forma descentralizada, es estar obligado a pagar una hipoteca exorbitante para disfrutar de un techo, o no tener opciones de transporte público y tener que comprar un motor con ruedas para ir a trabajar, es no poder ejercer el trabajo de una forma libre y estar obligado siempre a alquilarse a un patrón que suele ser un ladrón y un parásito, o ir a votar y encontrar que sólo se puede votar a dos opciones: una la de un partido que cederá ante las presiones de las mafias parasitarias o la otra a un partido que las representa directamente. El totalitarismo es tener la obligación de tener las ganancias de tu trabajo en un banco donde te cobran por guardar lo que el estado tendría que proteger, o totalitarismo es que la propiedad privada sólo lo sea de los poderosos y que uno no pueda dejar atada la bicicleta en un árbol bajo riesgo de que se la roben los ladrones legales o los ilegales, totalitarismo también es tener un cuerpo judicial ineficaz y corrupto.

Y este totalitarismo no acaba aquí, va más lejos, y llega a Afganistán e Iraq, porque totalitarismo es tener que pagar o soportar guerras terroristas llevadas a cabo por los sediento intereses de los grupos oligárquicos parasitarios internacionales. Es un totalitarismo orwelliano que no puede funcionar sin guerra, y tiene que inventarla o facilitar que se encienda para funcionar. En España ya empezamos a vivir con más intensidad cada vez el nuevo totalitarismo del capitalismo salvaje, un modelo de funcionamiento criminal que se aplica en todo el mundo con diferentes intensidades desde la caída del muro (antes también pero no con tal saña), y que se ha aplicado con la ayuda y la coordinación de múltiples mecanismos, organismos multinacionales como el Banco Mundial, el FMI, herramientas como los poderes mediáticos, grupos de dominio como las oligarquías de cada estado-nación, presiones ejercidas por las multinacionales, recursos tecnológicos suministrados por la ciencia, instrumentos ideológicos de todo tipo con una multitud de charlatanes-escritores que han pasado los últimos veinte años vendiendo las excelencias del libre mercado, o ejércitos mastodónticos incapaces de evitar masacres como la de Grandes Lagos, o como la de Srebrenica, pero siempre dispuestos a bombardear inteligentemente a población civil.