martes, 13 de septiembre de 2011

El estado comparsa


Si hay una cuestión cuya responsabilidad ha sido siempre del estado desde su configuración en los tiempos modernos ha sido la de garantizar la seguridad de su ciudadanía. Además, sus partidarios, y los del capitalismo, han sido siempre defensores a ultranza de la propiedad privada (en realidad ya hemos visto que de la suya). ¿Entonces como es posible que el dinero de los ciudadanos no esté protegido por el estado y deba ser salvaguardado por entidades bancarias privadas? Es cierto que determinados ultra-neoliberales cercanos a una ideología que podríamos aproximar a la acracia más descarnada y salvaje (no confundir con el anarquismo) serían partidarios de privatizarlo todo, incluso la seguridad, sin embargo defender este concepto es una imbecilidad porque nos remite al feudalismo quinientos años después y puestos a volver atrás sería preferible hacerlo al paleolítico, donde los desequilibrios entre ricos y pobres eran inexistentes. Por lo tanto si nos quedamos con el sentido común y con una idea humanizada de la sociedad la práctica de los estados democráticos occidentales vilipendia y escarnece a los ciudadanos porque los ahoga en impuestos sin garantizar su seguridad, ni su educación, ni su sanidad. Y al parecer la conclusión podría ser que si bien el estado no va a desaparecer, si lo va a hacer en lo que refiere a sus responsabilidades fundamentales de consenso ciudadano para convertirse en un comparsa del caos, de la estafa y del crimen sistemático.

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